Es ahora mismo cuando estoy a punto de escribir sobre esa interesante librería- café llamada Ubik, que me hace pensar en el nombre. Ubik suena como si fuera la abreviatura de ubicuo, una palabra que no se usa a menudo en el lenguaje cotidiano donde vivo. Busco la traducción al español y encuentro ubicuo y sí, en ambos idiomas, esas dos palabras parecen tener el mismo significado: omnipresente o presente en todas partes. Es un poco como las redes sociales: está aquí, está allí, está en todas partes. En este momento me estoy informando a cerca de un libro futurista publicado hace cincuenta años llamado UBIK escrito por Philip Dick (rima con Ubik) en el cual Ubik es una sustancia en una bote de aerosol.

En un mundo lunar ahora sofisticado, un magnate de los negocios reúne a “sus mejores” para que lo protejan de la intrusión psíquica. Cuando la explosión de una bomba mata al jefe y deja a su equipo ileso, se trasladan apresuradamente al planeta tierra con el cuerpo pensando que allí podrían devolverle la vida, pero no funcionó de ese modo. Ahora su jefe está en todas partes: su rostro incluso aparece en su dinero y uno por uno comienzan a sentir frío, a marchitarse y morir. Hay mucha confusión sobre quién está muerto y quién está vivo. ¡Suficiente! Apuesto a que ellos pensaron que de haber encontrado ese bote de aerosol, todo estaría bien, y probablemente lo estaría, si tan solo la maldita cosa cumpliera con lo que lleva impreso.

Así que aquí estoy en Ubik, el “café-librería” cuyo nombre suena apropiadamente pretencioso para un grupo intelectual de pensadores y opinólogos. El caso es que mientras este nombre estaba en mi lista, mi plan esa noche, era estar en otro lugar en particular. En realidad, esperé media hora en La Escuela en Rusafa, donde voy a mis clases grupales de swing todos los lunes, pero era martes, pensé que era ¨el martes¨ cuando habían convocado para realizar una reunión en la que discutir sobre poesía, y terminé descubriendo que no iba a suceder sino hasta dos semanas después.

Me uno a una mezcla de personas de aspecto interesante, algunos sentados como en un teatro mirando hacia el escenario y otros, incluidos los que llegan tarde, apretujados abajo para poder escuchar lo que se iba a decir. Dada la escasez de mi vocabulario en español, necesito hacer algunas conjeturas, pero sé lo suficiente para entender que el tema es el libro “Lo que queda del día”. También sé que se hizo una película protagonizada por Anthony Hopkins y Emma Thompson. Lamentablemente no he leído el libro y, aunque es posible que haya visto la película, mis recuerdos son muy confusos. Así que, sin haber aportado nada hasta ahora, José Marie, que parece tener un muy buen sentido del humor, me pregunta directamente qué tengo que decir sobre el tema. Qué puedo decir, me pregunto a mí misma, excepto la verdad…. Solo estoy aquí porque se suponía que debía estar en otro lugar en un evento en el futuro que no sucedió. ¡Él pensó que fue divertido, por lo que “el no evento” y la elección del libro para el mes siguiente nos había salvado el día! ¡Uf! ¡Hurra! 

El libro para el próximo mes no es otro que Puckoon, escrito por Spike Milligan, un hombre con algo de linaje irlandés que creció en Inglaterra, pero ha sido un invitado habitual al programa de chat irlandés conocido como The Late Late Show. Spike Milligan ciertamente sabía cómo hacerme reír, fue uno de los creadores y actores involucrados en el exitoso programa de comedia Goon. Me sentí lo suficientemente tonta y valiente como para ofrecerme como voluntaria para el mes siguiente, así podría volver y compartir mis puntos de vista sobre este libro bastante “famoso en Irlanda” con el público presente o con quien quiera que se presentase esa noche

Autora Lily Anne Traductora Sandra Gadaleta