Letsgoloolala with Lily Anne
Noche y día y la persecución calle abajo.
Bailar en las cálidas noches de verano era mi actividad favorita en Valencia. Mi primer día en la ciudad resultó ser un día festivo muy especial. Vicente me informó de esto cuando le envié un mensaje de texto sobre otra cosa. Era el Día de la Virgen por lo que por la mañana temprano, me las ingenié para conseguir el mejor asiento disponible para ver la preparación de los ruidosos petardos conocidos como mascletàs. Lo que para mis oídos pareció pura dinamita. Luego vi a un grupo de bailarines de tango que se pavoneaban cerca de la basílica y más tarde ese mismo día me uní a un grupo de bailarines de swing convocados por una de las varias escuelas de baile de swing de la ciudad. Este tipo de cosas sucede en nuestro Festival Rhythm and Roots los días festivos de mayo en Kilkenny, si el clima lo permite. Gracias a Hoppers Fusion en Facebook todos los grupos de baile de swing y lindy hop de Valencia se mantienen informados sobre los próximos eventos
Una de mis noches más felices en Valencia fue mientras bailaba en las Torres de Serrano donde conocí a Fabiola y a su esposo Roberto, de Treviso, Italia. Estuvieron muy ocupados con su cámara filmando a los bailarines, quienes mostraron muy poca iniciativa. Fueron muy amables al pensar en enviarme un mensaje de texto con buenos deseos en abril pasado cuando bailaban al aire libre en su casa en Treviso como parte de un gesto global de solidaridad impulsado debido al Covid 19. Chateé con dos mujeres jóvenes esa noche, una capitana del puerto y la otra era la segunda al mando de un buque de la marina mercante. Una de ellas había dejado su corazón en Kilkenny o eso parecía dada su reacción cuando le dije de dónde era. Sin duda, había frecuentado un pub-teatro conocido como Cleere’s y había disfrutado de su ambiente.
Bailar era una buena forma de conocer gente. Los profesores de lindy hop y swing de La Escuela, Víctor y Ana, organizaron un evento semanal en el Turia montando una pequeña carpa con refrescos y un lugar para guardar nuestras pertenencias y zapatos. Antes de irme de Valencia, comencé algunas clases de tango con Olaya Aramo y le hablé de Jim Mc Manus, un escocés que vive en Waterford y que representó a Irlanda en una competencia de tango en Buenos Aires a los 99 años, ahora tiene 100.
La vida nocturna despegó en la segunda etapa de mi estancia de cuatro meses en Valencia gracias a un encuentro casual con Gemma, de Sueca, en el vuelo de regreso a Dublín en julio. Me invitaron a Sueca justo a tiempo para el Festival MIM (MIME en inglés) que contó con espectaculares actuaciones callejeras. Gemma y su perro Brunet me recibieron al bajar del tren. El festival fue la oportunidad perfecta para conocer a algunos de los familiares y amigos de Gemma. También visitamos a su madre. Parecían disfrutar de una muy buena y cálida relación. ¡Supongo que tiene que “quedarse” con su madre, cuando necesita a alguien que cuide de su perro, cuando trabaja o se relacina en la gran ciudad! Pasé la noche en su apartamento. Ella y Alexis se quedaron despiertos hablando hasta la madrugada, pero yo disfruté de una gran noche de descanso después de un día estimulante tanto en los eventos callejeros del festival como comiendo en Bar Bon Estar.
De regreso en Valencia hice una excursión de un día a los cines Babel donde había una semana especial de cine. Fui a ver Gloria Bell, me pregunto ¿por qué? Gloria es una mujer soltera que vive sola con un gato, a la que le encanta ir a bailar de noche. Había visto la versión de 2013 llamada Gloria protagonizada por Paulina Garciá y esta era la adaptación de 2019 de la película del director chileno Sebastián Lelios. Mi versión preferida fue la de 2013, del mismo director. La canción fue una de las muchas canciones inspiradoras que canté en mi cabeza y, a veces, en voz alta durante toda esta aventura. También vi La Viuda protagonizada por Isabelle Huppert y Chloe Grace Moretz, de nuestro consumado director de cine irlandés Neil Jordan. Fue increíblemente aterradora, pienso que tan aterradora como Psicosis de Hitchcock. Comienza con un bolso verde dejado en un metro. Era idéntico a un bolso que había traído a Valencia. No había forma de que volviera a coger ese bolso en mis viajes en metro y lo dejé deliberadamente en Irlanda a mi regreso a casa en julio.
Otras noches con Gemma y su amiga Inme incluyeron Love to Rock, donde todos bailamos con la música de Ubicacion en La Marina y luego un evento en Veles y Vents, también en La Marina y en el Cabanyal. Mi última noche en esta maravillosa ciudad de Valencia fue con Brigitte, que figura en mi colección de Perpignan al comienzo de este blog (archivos de mayo). Asistimos al ballet Carmen, en el Teatro Olympia.
Cuando comencé a encontrarme con personas como Lorena y su primo Salvo, Miguel y Mercedes, todos amigos de bailar swing, Marja de Honduras, que vive en Dundalk Irlanda pero que esta de viaje de intercambio escolar en casa de su amiga, en Aldaia, y con Davinia, una ávida senderista, me sentí como en casa. Davinia literalmente salió corriendo de Trucco en Colón y me persiguió calle abajo. La persecución había sido motivada porque reconoció esa falda verde con los personajes cómicos.
Valencia es una ciudad de 2,5 millones, con 29 millones de visitantes en 2019. Algunos amigos me han preguntado si conocí a algún hombre en este viaje. Por supuesto que lo hice, y sí, besé a algunos. Cuando estuve en Roma… o esa forma de saludar es solo un recuerdo relegado a la historia. Por ahora creo que sí … pero espero que no para siempre.